El primer principio del Método de Validación nos anuncia que todas las personas mal-orientadas o desorientadas son únicas y tienen un valor

A pesar de que este principio pueda parecer una obviedad, no es casual que sea lo primero, puesto que nos recuerda la importancia del respeto y la individualidad en la relación con las personas.

validacion fibs llar la merceComunicarnos con personas grandes desorientadas puede suponer una dificultad

¿Cómo dirigirnos a una persona vulnerable con nuestros ojos y saber si nos entiende?.

A veces, y con la mejor de las intenciones, podemos recurrir a los diminutivos y otras palabras que consideramos cariñosas.

¿Qué nos mueve a utilizar diminutivos, o «carinyo» o «reina»?. ¿Lo hacemos de manera puntual o es nuestra manera habitual de dirigirnos a ella?.

Cada persona a la que acompañamos tiene una biografía, proviene de un contexto social y tiene unas preferencias y unos deseos. Hacerse mayor es un proceso único y heterogéneo. Cuando caemos en estereotipos y tópicos perdemos la riqueza y matices de este proceso.

La Validación, método de Naomi Feil, nos recuerda la importancia de mantener la singularidad de las personas.

También nos confronta con las dificultades y miedos que supone para nosotros el hecho de envejecer.¿Es una visión tan dura que nos hace recurrir a edulcorantes del lenguaje?.

La Validación nos puede ayudar a reconocer nuestras dificultades y superarlas. La empatía como actitud principal y estar centrados en nosotros mismos, en lo que pasa aquí y ahora nos permite recoger el legado de las personas mayores, que todo aquello que han vivido, tanto los errores como los aciertos han merecido la pena y de retruque, que la persona mayor recupere el lugar que merece en la sociedad.

En la Residencia Llar la Mercè trabajamos para que la comunicación se base en el respeto y que sea la más auténtica posible

 

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