Con frecuencia observamos en las residencias a personas que se balancean sobre su propio cuerpo, o que se llevan las manos u objetos a la boca imitando la succión o repiten palabras como si siguieran una melodía.

Una persona desorientada que realiza uno de estos comportamientos, probablemente ha perdido la capacidad de comunicarse verbalmente, tiene la mirada perdida y no muestra interés por su entorno. Todo y estas pérdidas las personas todavía conservan la capacidad de sentir. El balanceo y la succión pueden ser recursos de auto estimulación utilizados para sentirse vivas en un entorno, para ellas, desconocido y hostil.

Acercarnos a personas en esta fase es un verdadero reto por las personas cuidadoras.

Primero habrá que transformar la lástima en compasión, es decir, integrar el dolor que supone ser testigos de la vulnerabilidad y pasar a la acción. Con el Método de Validación necesitamos estar centrados y disponibles para poder conectar con estas personas desde la empatía y el respeto. Con el uso de técnicas de comunicación no verbal como la sincronización: adoptar la misma postura corporal, los mismos movimientos y ritmo de la respiración de la persona desorientada, el contacto físico dirigido, las canciones significativas, etc.

Una vez las miradas se encuentran, la comunicación se ha iniciado y la persona desorientada siente que alguien está a su lado, que su vida tiene valor.

1️⃣ Primer Principio

2️⃣ Segundo Principio

3️⃣ Tercer Principio

4️⃣ Quart Principio

5️⃣ Quinto y sexto Principios